Cuento- Ciar encuentra la piedra mágica

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Ciar encuentra la piedra mágica

En este cuento «Ciar encuentra la piedra mágica», veremos si es una señal para hacerse el jefe de la pandilla de «La casa del Silbido». Así que …

 

…rendirse no era la opción preferida de los chicos. Ya que si lo hacían, ¡se olvidarían de la ilusión por encontrar la piedra!

Muchas veces, si te rindes, pierdes muchas sorpresas.

Eso lo sabía Ciar y Cari, cuando comprendió que tenía que terminar su proyecto de ciencias, ¡aunque le costaba mucho trabajar con fórmulas y con la química!

Ciar encuentra la piedra mágica

A pesar de que le costaba mucho y que había trabajado durante muchos días, a las pocas semanas pudo presentar su trabajo de ciencias en el concurso del instituto ¡y obtuvo el primer premio, siendo la hormiga estudiante destacada!

Al intentar buscar la piedra, Cari se acordó de eso y siguió caminando por la cueva, mirando entre las rocas que quedaban sueltas y también las paredes.

Ohm se había sentado y estaba tocando la armónica. Ori y Ciar seguían caminando por zonas diferentes a las de Cari. Si encontraban la piedra sería un gran paso, ya que verían si de verdad ésta cumplía los sueños. ¿Te imaginas poder tener todo en un momento? ¿Desear un cambio y hacer que éste se vuelva realidad?

Ciar encuentra la piedra mágica

Ciar algunas veces deseaba ser aventurero, poder escalar las montañas más altas, ser una súper hormiga y tener un almacén entero de terrones de azúcar.

Mientras tanto, Ori quería tener una escuela propia y ayudar a las hormigas pequeñas que no podían ir a la escuela en las aldeas lejanas a Hormitrópolis.

Es normal tener sueños, la mayoría de las hormigas los tienen así como los humanos, o eso es lo que contaba “Gafas de cristal” en clase…

Cari, sin embargo quería hacer una Ong para los pueblos hormiga en situaciones difíciles y Ohm sólo pensaba en tener su propia banda de música.

Tras haber caminado al menos 15 minutos, al lado de unas pequeñas rocas con musgo, Cari miró un destello brillante, empujó con la ayuda de un palo ¡y la pudo ver! Redonda, brillante como el oro, y muy lisa.

-¡Chicos, chicos! ¡La he encontrado!-dijo Cari entusiasmada.

-¿En serio?-gritó Ciar contento.

-¡Sí! ¡Venid, venid!

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Al rato, todos se reunieron con Cari mientras la piedra estaba tendida en el suelo, brillando.

-A ver, tócala tú Cari, si cambia de color, será verdad, será la piedra mágica.-le dijo Ciar.

Cari la tocó y le dio un chispazo.

-¡Ay! Un chispazo.

El siguiente en tocar la piedra fue Ori y el siguiente Ohm y a todos les dio el mismo chispazo.

Cuando le llegó el turno a Ciar, se frotó bien las antenas y las patitas delanteras, para tener más suerte.

Tocó la piedra ¡y ésta comenzó a cambiar de color!

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-¡Fíjate Ciar! Tú eres el predestinado, ¡el líder!

-No… seguro ha sido casualidad… ¿cómo una piedra va a tener un dueño? ¡Yo no soy su dueño!

-¡Pero recuerda lo que dijo “Gafas de cristal”, lo que cuentan las hormigas ancianas! ¡La piedra mágica ha de reaccionar a su dueño cuando se le toca! Mejor que el más deseado de los tesoros.

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Convencido, Ciar volvió a tocar la piedra mágica, y la piedra volvió a tornarse de color azul.

-¡Cógela en la mano, vamos a probar si cumple de verdad los deseos!

-¿Qué deseos vamos a pedir?-dijo ansioso Ori

-Debe ser un deseo que haga bien al pueblo-comentó convencida Cari.

Ciar encuentra la piedra mágica

De nuevo conmovido Ciar pensó bien lo que diría, mientras miraba la piedra que no paraba de cambiar de color.

Agarró bien la piedra mágica y pensó que pedir un almacén lleno de terrones de azúcar sería muy divertido, ¡imagina tener siempre tus golosinas preferidas y azúcar para los ancianos hormiga sin que tengan que desplazarse!

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Entonces tomó la piedra y la hizo moverse un poco, entre sus patitas.

Pidió ese almacén de terrones de azúcar y entonces metió la piedra en su bolsillo.

Todos se quedaron asombrados acerca de lo que pasaría, ¿de verdad aparecerían los terrones de azúcar y el almacén?

Al día siguiente, muchos cargamentos de terrones de azúcar aparecieron en la plaza de Hormitrópolis y sorprendentemente, ellos los vieron al ir al instituto y ¿te imaginas qué sonrisa se dibujó en sus caritas?

Ciar encuentra la piedra mágica

La hormiga Leonor, que era la encargada del almacén, les dijo a la pandilla que un desconocido de un pueblo lejano llegó con el cargamento de terrones, diciendo que tenían muchos ¡y buscaban un pueblo con el que compartirlos!

Ya de camino a la casa del silbido todos estaban sin palabras, tumbados en la hierba y contemplando las nubes.

Si quizás la piedra cumplía los deseos, podían arreglar muchos problemas o necesidades del pueblo, porque ¡era muy importante compartir la felicidad y sobre todo ser solidarios con los demás!

Ciar guardaba su piedra en el  bolsillo y siempre la cuida.

Ciar encuentra la piedra mágica

Cada vez que ve a otra hormiga infeliz, la ayuda y pide que no lo pase mal, entonces, aparece un regalo o sucede algo bonito.

Y Ciar es feliz ¡porque con su piedra mágica puede lograr la felicidad de los demás!

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Cuento para niños: Ciar encuentra la piedra mágica

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