En la clase de la hormiga «Gafas de Cristal», los estudiantes eran los más aplicados de todo el colegio. Pero lo que más destacaba en esta clase era la solidaridad y la amistad que reinaba entre todos los compañeros.

Gafas de Cristal, como su nombre lo indica, tenía unas grandes gafas que siempre llevaba puestas. Pero un día, cuando estaba guardando sus cosas, se dio cuenta de que sus gafas habían desaparecido.

Ella estaba muy preocupada y triste porque sin sus gafas no podía ver bien, y esto dificultaba su capacidad para leer y hacer su tarea escolar.

Sus amigos y compañeros de clase, al verla así, se ofrecieron a ayudarla a buscar sus gafas. Comenzaron por revisar todos los rincones del salón, pero no las encontraron. Entonces, decidieron buscar fuera de la clase.

Mientras caminaban por el patio de la escuela, los compañeros de Gafas de Cristal se encontraron con muchos obstáculos: una colmena, un grupo de hormigas bravas y una tormenta que los empapó. Pero no se rindieron y continuaron su búsqueda.

Finalmente, después de un largo día de búsqueda, uno de los compañeros encontró las gafas de Gafas de Cristal debajo de un montón de hojas. Todos estaban muy contentos y felices de haber ayudado a su amiga.

Gafas de Cristal estaba muy agradecida con sus amigos y compañeros por haberla ayudado a encontrar sus gafas. Pero lo que más la conmovió fue la solidaridad y la amistad que había experimentado. Les agradeció por enseñarle que en los momentos difíciles, la amistad y la ayuda de los demás son las cosas más valiosas que podemos tener.

Desde ese día, la clase de Gafas de Cristal se convirtió en un ejemplo de amistad y solidaridad para todos los demás estudiantes del colegio.