¿Es verdad la leyenda de la piedra mágica?
En esta aventura conoceremos si es verdad la leyenda de la Piedra Mágica, pues Ohm, Ori, Ciar y Cari, componentes de la Pandilla de La casa del Silbido están dispuestos a descubrirlo…
Algunas veces la abuelita encantadora nos había hablado de una piedra mágica que se encontraba en el bosque.
Según las hormigas ancianas ésta cambiaba de color, creando un gran entusiasmo en aquella hormiga que la tocara.
Pero… la piedra tenía truco… ¡Y es que sólo brillaba y cambiaba de color cuando la tocaba la hormiga adecuada! La hormiga que estaba predestinada, y si la hormiguita era la equivocada, ¡la piedra se cabreaba y comenzaba a quemar!
Según la leyenda, la piedra había sido encontrada por un valeroso guerrero, que había nacido para luchar.
En uno de sus desplazamientos al sur, hacia la costa, un pirata hormiga le arrebató la piedra, robándosela y escondiéndola para quitarle su poder. ¡En todo el antiguo Hormitrópolis se había pensado que el poder del gran guerrero venía de la piedra mágica!
Cuando el pirata hormiga le robó la piedra al guerrero, todo fue de mal en peor, se dice que el guerrero hormiga lloró día tras día la pérdida de la piedra y que desapareció de manera mágica. ¡Como si un mago lo hubiera metido en una chistera!
El guerrero antes de desaparecer, prometió que la piedra tendría un dueño igual de valiente que él. Por lo que envió un maleficio.
¡Toda aquella hormiga que no fuera como él y que tocara la piedra sería quemada para que soltara la piedra!
A lo largo de la historia, muchos exploradores y abejas intentaron ir hasta la cueva de la piedra mágica y encontrarla.
Pero asombrosamente, la piedra cambiaba de lugar ¡cada vez que la iban a buscar!
-¿Será de verdad que es mágica?-habló curioso Ohm.
-Claro que non Ohm, tu no vez que eso son fantasías-dijo convencido Ciar.
-¿Y cómo lo sabes?-preguntó de nuevo Ohm.
-Porque una leyenda está ahí para asustar, seguro que no quieren que nos acerquemos a la cueva… es por eso…-dudaba Ciar.
-Yo creo que sí existe-dijo soñando despierta Cari-y creo que es muy bonita.
-Me gustaría ir a buscarla.-se animó Ori-¿Por qué no vamos a la cueva y la exploramos?
-Como quieras, pero vas a venir desilusionado…-habló enfadado Ciar.
A pesar de que no se estaban poniendo de acuerdo, todos comenzaron a andar hacia la cueva por su camino de hierba y flores, esperando a ver lo que habría dentro de la cueva.
Cuando llegaron Ciar tomó el protagonismo, entrando en la cueva y haciendo la primera exploración. Al principio no vieron nada pero Ori pudo contemplar el reflejo de un objeto brillante debajo de una roca. ¿Será la piedra mágica?
Ante su sorpresa tiró de una especie de pequeña roca brillante ante la atenta mirada de los demás, pero… nada sucedió… era unas simples rocas muy ligeras que tapaba un cofre con monedas.
Tristes, siguieron caminando dentro de la cueva, que todavía estaba iluminada por el sol de la tarde.
¿Encontrarán la piedra?