Roberta la tortuga poeta, cuento de niños
En esta aventura de cuentos para niños, conocerás la faceta poética de Roberta la tortuga poeta, que encandila a sus amigos con sus hermosos versos.
¿Sabías que a Hana le encantaba escuchar los versos de Roberta, la tortuga poeta? Todas las tardes, y cuando la encontraba en el río, Roberta estaba mirando al sol, buscando en que inspirarse.
-Roberta ¿qué haces?- le decía Hana inquieta.
-Busco la inspiración pequeña hormiguita.
-¿Qué es la inspiración?
-Es una idea, Hana, que aparece en la cabeza cuando ves algo bonito. -¿Cómo cuando algo te emociona? -Sí, algo así… -Y ¿qué haces con ello Roberta?
-Hago poemas, Hana.
-¿Y qué es un poema?
-Una historia en versos y con rima -Ahh…
-¿Quieres que te enseñe?
-¡¡Claro que sí Roberta!!- se animó Hana con una de sus mejores sonrisas. Así pues, hormiga y tortuga fueron juntas en un largo paseo en el que contemplar la naturaleza entre charlas y sonrisas se convertía en el mejor pasatiempo. No sólo vieron mariposas sino también a los zorros de colores y a los pájaros cantores.
-Mira Hana. Una mariposa brillante -le dijo Roberta.
De pronto, se puso en pose de recitar y comenzó:
-Oh bella mariposa, De alas brillantes Me alegras con tu presencia Tan bella, Tu vuelo es un arco iris De estrellas
-Ohh-le aplaudió Hana-lo haces muy bien, ¿qué más sabes hacer?
-Ya verás… puedo hablar y recitar de muchas cosas-se puso presumida Roberta mientras se paraba en los peces del río.
-Los peces nadan
-Los peces nadan Como pequeños brillantes Son espirales de agua Que bailan y bailan.
-Jijijiji- se rio Hana.
-Yo también quiero ser poeta Roberta.
-Para ser poeta pequeña hormiguita, sensible has de ser, y mente inquieta también.
-Mira lo que ha hecho Bruno, el niño de la casa del árbol, es de Cheto, su perro -le enseñó un dibujo a Roberta que había encontrado en la hierba.
-Es ¡enorme! ¿Qué vas a hacer con él?
-Creo que también intentaré crear un poema.- levantó los bracitos Hana e intentó imitar a Roberta.
-Jajaja, yo ¡no hago así!-rio divertida Roberta.
-Sí que lo haces… ejem…-tosió para aclararse la voz.
– Oh Cheto, tu ladrido es todo un invento. Me asustas a cada momento. Cuando te veo me inquieto.
-Jajaja. ¡No está mal para comenzar!- siguió riendo divertida Roberta.
-¿Crees que podré ser poeta esta semana?
-Por que no Hana… con esfuerzo todo se logra. Y soñando también. Piensa en todo lo bonito que hemos visto hoy y las palabras vendrán solas. ¿Vamos a merendar?-le preguntó Roberta, mientras juntas se fueron a comprar unos terrones de azúcar. ¿Y tú te animas como Hana y Roberta a hacer tu propio poema?
Sigue leyendo: Conocemos a los amiguitos de Hana
¿Te apetece seguir leyendo?
¿Te ha gustado la historia?
¿Por qué no te apuntas a la newsletter? Recibirás las nuevas entradas en tu email (¡cero spam, prometido!) y tendrás acceso a contenido exclusivo para los seguidores de Hormitrópolis. Por supuesto, es gratis. 🙂
Deja una respuesta